Dos caras en el mismo rostro. Dos, tres, cuatro... Todos somos demonios y ángeles que afloran consciente e inconscientemente. Somos uno y somos varios, según quien nos rodea. Y de todos ellos ninguno es real y todos lo son.
No pretendas conocerme porque soy una y soy varias. Demonio y ángel, luz y oscuridad. Buena y perversa a la vez.
Intentando retomar el hábito de la escritura.